Trastorno dismórfico corporal
Bibliografía:
American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th. Ed.). Washington, DC: APA.
Behar, R., Aracibia, M., Heitzer, C. y Meza, N. (2016). Trastorno dismórfico corporal: aspectos clínicos, dimensiones nosológicas y controversias con la anorexia nerviosa. Revista Médica de Chile, 144, 626-33.
Bell. L. y Rushforth, J. (2010). Superar una imagen corporal distorsionada: Un programa para personas con trastornos alimentarios. Madrid: Alianza Editorial.
Peña-Casquero, P. (2016). Tratamiento cognitivo-conductual en una adolescente con trastorno dismórfico corporal. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 3(1), 37-44.
Rosen, J. C. y Ramírez, E. (1998). A comparison of eating disorders and body dysmorphic disorder on body image and psychological adjustment. Journal of Psychosomatic Research, 44(3-4), 441-9.
La vieja dismorfofobia y la dismorfia muscular
Anteriormente denominado dismorfofobia, es un trastorno de la imagen corporal caracterizado por síntomas que incluyen preocupaciones excesivas por defectos corporales autopercibidos (reales o ficticios), conductas de reaseguramiento y comprobación, conductas obsesivas (como por ejemplo en TOC) y conductas de evitación de eventos sociales, con miedo intenso a que otras personas nos evalúen negativamente. Estos síntomas generan deterioro en muchas áreas de nuestra vida, existiendo una alta tasa de riesgo de suicidio (Bell y Rushforth, 2010).
Es común que la sintomatología comience a manifestarse en la adolescencia o adultez temprana, con predominio masculino, con una tasa de aparición del trastorno entre el 0,7 y el 2,5%, ascendiendo al 12% en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) según Behar et al. (2016). Presenta relación con problemas de diversa índole, especialmente trastornos de conducta alimentaria, trastorno obsesivo compulsivo o fobia social, entre otros resaltables (Behar et al., 2016; Rosen y Ramírez, 1998).
La vigorexia
Se trata de un especificador del trastorno dismórfico corporal que, en la actualidad, recibe el nombre de 'Dismorfia muscular'. Se caracteriza por preocupaciones excesivas por una supuesta estructura muscular pequeña o enclenque (APA, 2013), con un claro predominio entre el género masculino. Algunas conductas disfuncionales de este especificador se corresponden con la ingesta de esteroides o la práctica excesiva de ejercicio físico (especialmente el relacionado con el incremento de la masa muscular). Un ejemplo es aquel deportista que parece obsesivo con la práctica de ejercicio físico (más aún si involucra ejercicios con máquinas o pesas), gastando muchas horas en el gimnasio e incluso alterando el resto de áreas de su vida cotidiana.
Tratamientos eficaces
El tratamiento del trastorno incluye, en casos severos, psicofarmacología. Por otra parte, también es necesario el tratamiento psicológico a través de terapia cognitivo-conductual basada en reestructuración cognitiva, exposición con prevención de respuesta y restablecimiento de una buena imagen corporal (Peña-casquero, 2016). Ese trabajo ha de realizarse con un profesional especializado en dicha temática.
En mi caso, me especialicé en el tratamiento de la dismorfia corporal (coloquialmente llamada dismorfofobia) realizando mis estudios de máster, por lo que conozco bastante este trastorno. Si necesitas ayuda ¡Recuerda que puedes contactar conmigo cuando quieras!
Puedes encontrar más información de este trastorno en el siguiente artículo que escribí en otra web. ¡Échale un vistazo si tienes curiosidad!